La "homosexualidad" 2022, en proceso, 18 de junio de 2022
La
“homosexualidad” (“Varón
y hembra los creó”… Pues fíjense que no)
(Y los problemas
de la sexualidad se quedan pequeños ante los problemas del mundo, y lo que
podría hacerse para remediarlos de todas formas tendría que hacerse, si
quisiéramos seguir estando: la clonación, para que ya no hubiera más
diferencias que las de entre hombre y mujer)
No hay nada sagrado,
todo es absurdo, y terrible, y tonto en los humanos y en los perros, aunque los
perros no se den cuenta, aunque los perros no puedan darse cuenta, y durante
mucho tiempo los humanos tampoco pueden darse cuenta.
No hay nada
sagrado, es decir, todo es cosa de bestias, en donde todo lo que nosotros somos
sólo es el resultado de una vida que no es que busque sobrevivir, sino que ha
sobrevivido, a través de ciertos modos, como la atracción sexual, y como el
amor sexual, esa fuerza que te atrapa, que te somete, pero que no se mantiene,
que disminuye, y que siempre termina, pero que cuando surge es como un estado
zombi, y donde más lo he mirado fue en una perra que cuando estuvo en ese
influjo actuaba como bajo hipnosis (sucedió en
las últimas horas de su frustrado periodo de celo).
Y nadie tiene mérito
o culpa de haber nacido como nació, pero si naciste “defectuoso” pues ya te
jodiste (y miles de millones ya están muertos, pero mientras vivieron se
jodieron, vivieron jodidos, sólo vinieron a joderse. Pero así es esto, sin
piedad. Y la inteligencia cuando entiende se da cuenta de que éste es un
jodidero sin redención, pero afortunadamente por lo menos se sale de esos
mundos sólo aptos para perros, o para ustedes, es decir, para sonámbulos, en
donde el jodidero no puede ser enfrentado).
Lo que voy a decir
acerca de eso que ustedes llaman homosexualidad sólo es para mostrar un aspecto
más de las condenas de esta cosa que llamamos mundo (y
que es lo único que hay, y que sólo es lo que es, es por eso que hay
injusticia, desigualdad, es por eso que actualmente muy pocos hombres y mujeres
lo son completamente –hasta hace como 6 000
años fuimos más naturales, más como habíamos salido de la naturaleza, y cada
vez lo fuimos siendo menos, pero era inevitable, nos fuimos civilizando, y no
es que dejáramos de ser bestias -el mundo de
tontos y locos que tenemos está de muestra-,
sólo fuimos bestias civilizadas, pero era inevitable, los humanos sólo somos
unas cosas más del mundo, de un mundo que tiene modos de ser–).
Y en el corto plazo
sólo nos queda tratar de hacer lo más que podamos (y
no es asunto de tolerar, sino de entender problemas muy complejos que no son de
tolerancia, sino de darnos cuenta de lo que es el mundo, y de lo que somos
nosotros: accidentes y alma, es decir, circunstancias, y personalidades,
individualidades, unicidades, y si te tocó nacer bizco, pues afortunadamente
hoy ya puede hacerse algo, pero antes, bizco nacías, bizco morías, y mientras
vivías tu vida estaba ya jodida, pero podía haber sido peor, podías haber sido –nacido– un “desviado”,
un “pervertido”, es decir, un “homosexual”),
para enfrentar a esta situación de problema (una
de las tantas situaciones de problema que tenemos los humanos), para “ayudar” a los que les tocó (joderse con) este
“problema” (porque por causas normales de un
mundo sin alma no tuvieron la suerte de nacer “normales”: hombres rudos,
mujeres delicadas, pero con cuerpos muy de mujer, es decir, con caderas grandes
–con respecto a su cintura–, con mamas grandes –y
los hombres rudos serían lo opuesto a eso, y sus penes serían grandes, pero no
tanto, porque un pene muy grande es por anomalía -así como lo es un pene muy pequeño-,
así como lo es un clítoris grande, y el clítoris entre más grande más anomalía,
porque eso significa más masculinización–,
mujeres que hasta hacen relinchar, aunque muchos mojigatos –o hipócritas, o no tan sexualizados -es decir, que no nacieron con mucho deseo sexual-, o asexuales– piensen
que el mundo es de ángeles asexuados, o por lo menos de “caballeros” y “damas” –unos caballeros y damas que sólo son cuentos -creencias, de lo que es o de lo que debe de ser- de los humanos cuando están en la etapa en que hoy están
todos ustedes–, y no de impulsos inconscientes,
animales. Y no es que todos los que nacimos demasiado inquietados sexualmente
andémonos comportando como bestias –porque,
para empezar, algunos no nos entusiasmamos con cualquier cosa, sino solamente
con lo que subyuga–, pero hay reacciones, como
la mirada o la respiración, y más, pero no como ésas de visibles).
Y para empezar no
existe eso que ustedes llaman homosexualidad (y
tampoco hay eso que llaman preferencia sexual, la sexualidad no es preferencia
de uno, es de la naturaleza, de lo que la naturaleza te hace sentir), sólo hay heterosexualidad, bisexualidad y asexualidad. Y
uno nace hombre o mujer, o pareciéndolos (porque
gran parte de esos “hombres” y de esas “mujeres” no lo son completamente, o son
lo contrario de lo que parecen por fuera. Y por asuntos de civilización –a la que tarde o temprano llegan los humanos– el porcentaje de “homosexualidad”, es decir, el porcentaje
de desórdenes del desarrollo sexual que producen eso que llaman homosexualidad –y que también producen bisexualidad y asexualidad–, desde hace como 6 000 años entró en una fase progresiva de
incremento), y como sólo hay de 2 en los
exteriores (o parecer hombre, o parecer mujer)
se cree que todo es asunto de hombres, de mujeres, y
de “aberraciones” (es decir, de “homosexuales”,
masculinos y femeninos), de “viciosos” (de “pervertidos”, porque así son, o porque otros los “pervirtieron”,
los “enviciaron”… hay mucho mito en esto de la homosexualidad, pero el nivel de
maleabilidad sexual tal vez sea muy alto, porque tal vez el porcentaje de
bisexualidad actual ande como por el 20 % –o
más– del total de los humanos. Y además tal vez
también esté el factor enfermedad mental). Y
como lo (aparentemente, por fuera, por
encimita) mayoritario es nacer como hombres o
como mujeres más o menos normales, más o menos plenos, sin ningún conflicto
sexual, o sea, que a los hombres les atraigan (o
que hagan como que les atraen, o que se engañen a sí mismos) las mujeres, y que a las mujeres les atraigan (o que hagan como que les atraen, o que se engañen a sí
mismas) los hombres, que les atraigan
sexualmente (y aquí ya empezó la complicación,
porque los humanos somos animales, no somos caballeros y damas, somos machos y
hembras –las vacas no son damas, son vacas,
que cuando son poseídas por sus hormonas -o
sea, cuando andan en celo- se convierten en
Vacas Toras y se ponen a montar -y a
“ofrecerse”- a las otras vacas, e imagino
que esto sucede porque habitualmente vacas y toros son apartados, porque son
destinados a intereses diferentes–, y los
machos y las hembras son complementos, porque así se continúan, así ha
continuado la vida que se reproduce por vías sexuales, no todos los seres vivos
se reproducen así, pero casualmente por ahí es por donde la vida se puede
desarrollar más, por ahí es por donde la vida puede llegar hasta seres tan
complejos como nosotros y como las vacas, porque hay muchísima más variabilidad
genética, por ahí es por donde la vida llega hasta las capacidades máximas de
inteligencia de la vida, o sea, seres como nosotros, que pueden darse cuenta de
que el mundo es un ser primitivo, difícil, terrible, sin sentido, pero que es
lo único que hay para ser, y que sólo siendo feliz es como la vida podría
justificarse un poquito, pero hasta hoy la mayor parte de los humanos no ha
tenido una vida feliz), no amorosamente,
cuando entre hombres y mujeres surge eso que llaman amor sólo es sexualidad
hecha hasta el amor, sexualidad disfrazada de amor, barnizada de amor (hay varios tipos de “amor” –de
ese tipo de sensación, de ese tipo de fuerza–,
uno de ellos es el que se produce entre machos y hembras –otros son la costumbre, el cansancio, el tener que
buscar refugio–).
Y no existe eso que
ustedes llaman homosexualidad (masculina o femenina) porque no hay tales hombres o mujeres que se apasionen por su
mismo sexo, cuando sucede esa aparente homosexualidad es porque no son hombres
o mujeres, por mucho que por fuera
(con ropa o sin ropa) nos
lo puedan parecer.
Y uno sólo es lo que es, no te
gustan las mujeres o los hombres porque te lo propongas (así
como no te propusiste nacer bonito o feo, alto o chaparro, o enano), sino porque así naces, es como lo del hambre, o como lo
del sueño, o como lo de las ganas de ir al baño, simplemente sientes cosas, tu
cuerpo siente cosas, tu cuerpo reacciona, a sus programaciones.
Y si pareces hombre
y sin embargo te gustan los hombres es porque naciste con una porción femenina
suficiente como para que eso ocurra (los “homosexuales” son seres
mezclados, tienen componentes masculinos y femeninos, sus cuerpos, cerebros y
voces son un revoltijo entre hombre y mujer, pero su sexualidad no, los que
tienen revoltijos en su sexualidad son los bisexuales –pero
generalmente tienen un lado dominante–. Y un “gay” no quiere otro gay,
un gay quiere un hombre –y que sea guapo. Y lo mismo pasa con las lesbianas -las lesbianas
quieren una mujer, y guapa, las lesbianas no quieren una “machorra” como ellas,
pero casi siempre sólo consiguen una bisexual, lo mismo pasa con los “gais” -Y no está tan
errada la “sabiduría” popular de que los “mayates” son “homosexuales”, la
mayoría son bisexuales--, y el amor a veces confunde -complica- las cosas -y sólo era
soledad, gratitud, necesidad, afecto, costumbre, o costumbres,
condicionamientos sociales, o conveniencia, mentira-, pero el
deseo no confunde, el deseo siempre quiere belleza, y exuberancia–, porque los gais
no son hombres, son mujeres –y las lesbianas son hombres, pero tanto ellos como ellas están
muy lejos de serlo al 100 %, y muchos salen -nacen- patéticos -y son los que
se notan más-, pero no es su culpa–).
Y si hasta aquí me he
enfocado más en lo masculino
(pero lo femenino no tiene que ser muy diferente, pero
no es igual, y en términos generales los impulsos sexuales de las mujeres son
menores que los de los hombres –eso de las
ninfómanas está raro -y en las vacas también
hay ninfomanía, y se les da tratamiento-–. Pero parece que ya estamos pagando los precios de la
civilización, parece que los impulsos sexuales se están debilitando –porque ya no estamos tan en la selva cada vez está
habiendo más desórdenes del desarrollo sexual… debido a muchos factores, como
los intereses económicos, como los desarrollos tecnológicos -por progreso tecnológico cada vez más están pudiendo
reproducirse personas que antes no hubieran podido, y puede ser que también los
productos tan procesados que comemos y usamos están afectándonos-–, y en donde esto está
más acentuado es en Japón, pero esto es normal en animales como los humanos,
los perros y demás animales que también se reproducen de manera sexual siempre
seguirán en la selva –en donde preferentemente
predominan la fuerza y la lujuria, y en donde aun así también hay desórdenes
del desarrollo sexual–, aunque no todos los
perros, sólo los perros callejeros) es porque
yo soy hombre, más o menos normal (soy hombre
porque así nací, con esa cara, con ese cuerpo, con esas reacciones. Y las
mujeres no sólo son mujeres, también son más pequeñas –que sus respectivos hermanos hombres–, más débiles, más gráciles, no hombrunas, no con caras, con
cuerpos o con voces como de hombre. Por asuntos de hormonas las mujeres tienen
la voz aguda y los hombres la tienen grave, por asuntos de hormonas las mujeres
tienen las caderas anchas y los hombres no –y
las mamas también son un indicador, pero pienso que la voz y las caderas lo son
más–… cuando cosas como éstas no correspondan
es que estamos ante desórdenes del desarrollo sexual. Y es conflictivo amar a
una mujer que haya nacido con un pene, y el que se haya nacido con pene no
quiere decir que se sea completamente hombre, o mayoritariamente hombre, se
puede haber nacido con un pene y ser completamente mujer), aunque no creo serlo al 100 %, pero pienso que no estoy
muy alejado de eso (me conozco, sé que una vez
me ocurrió un “lapsus” extraño, pero sé que nada ha podido confundirme nunca,
aunque sea tan zarandeado por tanto mundo desviado en el que hemos sido
formados, deformados, enredados, confundidos),
las mujeres (exuberantes, o muy bonitas, no
cualquiera que lleve faldas, a menos que me “enamore”) me mueven muchísimo (hacia
sexo, pero es más, es también hacia apropiación, pero esto es inacabable –no se conforma, eso de los harems está en muchos genes–, pero cuando me “enamoro” esto –esta fuerza– cesa –o se atenúa mucho–, por
algún tiempo, mientras hay ese “amor”, un “amor” tan fácil de decepcionarse, o
de hastiarse, o ambos), y no es cosa mía, no
es cosa de voluntad (son cosas superiores a
uno, son asuntos de hormonas, no se trata de “lujuria” o de “depravación”, se
trata de naturaleza, de naturaleza animal), es
una cosa natural, de una vida que se ha continuado, una vida que no es que
busque continuarse, pero se continúa, a través de algunos caminos.
Y no puedo pensar en
lo que no soy, pero supongo que si fuera “homosexual” (es decir,
heterosexual, pero con el cuerpo contrario, pero tan evidente que) no podría
esconderlo, aunque tal vez me diera vergüenza, o tal vez no me daría vergüenza,
así como a una mujer no le da vergüenza actuar como mujer, ponerse flores en el
pelo (porque lo que somos no es cosa de nosotros, nosotros sólo somos lo
que somos, lo que nos nace), lo que da vergüenza son cosas como la fealdad, da inseguridad,
tristeza, minusvalía, culpa.
Y hay muchísimas
cosas más, como ésa de asociar al número 41 con “homosexualidad” masculina (y tiene que
haber un fondo de verdad, lo más seguro es que algunos “hombres” están justo al
borde de la tablita y, cuando por envejecimiento se entra en declinación sexual
–que parece que empieza -o empezaba, en el tiempo en
que se formó esta idea- como a los 41 años–, esa tablita se voltea hacia el
otro lado), o como ésa de que los mismos afectados romanticen a la
“homosexualidad” (es decir, que se crean libres, que no vean a qué se deben sus
“preferencias”), o como ésa de que condenan a algunas corredoras (como a Caster) y no ven más,
no ven a tanta futbolista, a tanta basquetbolista (a tanta
boxeadora, a tanta tenista, a tanta volibolista y más mujeres dedicadas a
deportes en donde la fuerza es factor… porque la resistencia es diferente, e
incluso en algunos puntos es una característica femenina, como en las carreras
de muy largas distancias, por cosas de las fibras musculares), ni siquiera a
las más evidentemente hombrunas.
Y los desórdenes de
tipo sexual vienen a confundir aún más la selva de desórdenes de los humanos,
desde los desórdenes que llevan a las adicciones, hasta los desórdenes que
llevan a monstruosidades como las violaciones de bebés (y
cómo podríamos explicar a las bestias que son capaces de hacer cosas como de
enfermos mentales, y podría decirse que la violación de una mujer está mal,
pero que entra dentro de una normalidad de la naturaleza, pero el asunto es que
la naturaleza no es normal, sólo tiene tendencias generales, y una vez que
tenemos que admitir que no hay Dios, es decir, que esto no fue creado por un
Dios –ni por un diablo, eso que llaman Dios
y eso que llaman diablo son parte de lo mismo, de cuentos–, entonces todo lo que pasa es del mundo, no hay culpas, no
hay méritos, sino que así es el mundo, sin inteligencia –sin nada de inteligencia, ni siquiera como la de
ustedes, o como la de los perros–, que todo es
asunto de bestias –como las piedras, como
los perros -y demás seres vivos con
excepción de los humanos-, como los humanos–, en donde algunos de nosotros podemos tener buenos
sentimientos, pero no podemos hacer mucho, estamos impotentes ante un mundo en
el que somos pasajeros eventuales. Pero hoy nosotros podemos ver al mundo, al
mundo que es, al mundo que ha sido, al mundo que será por siempre).
Y los desórdenes del
desarrollo sexual no sólo afectan a los genitales o a las formas corporales
generales (las mamas, las caderas, la cintura, los músculos, la –distribución
de la– grasa, los huesos, las manos, los pies), sino que
también afectan al cerebro, a la salud (o sea, de qué es más probable que
te enfermes), a los dientes, a la vista (la cantidad de colores que se
pueden ver), al olfato (el tipo de feromona que nos va a seducir), y más. Porque
los humanos no son humanos solamente, son hombres o mujeres, o con partes de
ambos.
Y son más de 40 los
diferentes tipos de “desórdenes”
(y desórdenes es una palabra suavecita, malformaciones
sería demasiado cruda, violenta –y todos
ésos que hablan de “orgullo gay” más bien tendrían que hablar de un jodido
mundo -en donde algunas cosas salen casi
perfectas, o más o menos, pero en donde hay tantas que no- y de una jodida humanidad que no entiende ni papa, ellos
mismos incluidos ahí… Y afortunadamente hasta ahora no hay “orgullo Down” u
“orgullo enano”–. Pero recuerden, el mundo no
fue creado –por un Dios–, y en él se dan cosas, y si el mundo fuera otra cosa –si tuviera sentido, si fuera para algo, o por lo menos si
todo -o casi todo- lo que vemos hoy no estuviera condenado a ser desbaratado
algún día–, el humano podría pensar en
estandarizarse, en clonar, en que todos los hombres fueran iguales –o lo más iguales posibles, porque los clones no son 100
% iguales–, en que todas las mujeres fueran
iguales –el humano podría pensar en
corregir, remendar, perfeccionar, al mundo. Pero el problema no sólo es que
haya fallas en lo sexual, ni que haya pobres y ricos, o débiles y fuertes, o
feos y bellos, el problema es de un mundo terrible en que hay todo lo anterior
y que ni siquiera tiene sentido, porque no fue creado -sólo es física y química-, porque es
solo, por eso es difícil, terrible–) del desarrollo sexual (y
ahora ya pueden hacerse algunas cosas para tratar de arreglar lo más que se
pueda, y qué bueno –y no me refiero a las
miopes operaciones quirúrgicas–, pero recuerden
que el mundo es una bestia que no sabe de nuestras buenas intenciones, y
nosotros por tratar de ayudar a las almas complicamos aún más a un mundo
absurdo) que afectan a lo que somos los
humanos: cuerpos y cerebros, cuerpos de hombres, o de mujeres, o más hacia
hombres, o más hacia mujeres, pero los cerebros no los vemos, y de ahí salen
nuestros impulsos, todos, incluidos los sexuales (Y éstos más de 40 desórdenes no son todos, tiene que haber más… pero son
más sutiles, y sólo causan bisexualidad… y mucha de ella no es imperiosa –ni muy visible, salvo en los tamaños, pero se oyen
tantas cosas, incluso paradójicas–, ineludible,
sobre todo para los hombres, que lo de ellos sí es abrupto, estigmatizante –en este sentido las mujeres tienden al falso positivo,
aunque hasta lleguen a juegos sexuales entre ellas–, lo de ellos es o no es –lo
de los hombres es auténtico–, es porque no
pueden evitarlo, y no es porque pueden evitarlo, porque no es para tanto –les horroriza, están protegidos por el asco–… porque un hombre tiene que serlo, a menos que le sea
imposible –y las mujeres pueden actuar como
mujeres… pueden agarrarse de la mano–… puede
haber bisexualidad, pero jamás va a ser ejecutada, sólo se percata, pero hasta
ahí):
– Síndrome medio de
insensibilidad a los andrógenos: Hombres a los que sus hormonas les responden
en forma un poco incompleta: cuerpos con apariencia masculina, nacen con
genitales completamente masculinos, pero cuando llegan a la pubertad (pubertad es el
proceso de cambio físico a través del cual el cuerpo de un niño se convierte en
un cuerpo adulto, capaz de reproducción sexual) no
desarrollan completamente los caracteres
sexuales secundarios
(voz, tamaño del pene…), tienen problemas con la producción de espermatozoides…
– Síndrome parcial de
insensibilidad a los andrógenos: Hombres a los que sus hormonas les responden
como a la mitad: cuerpos de apariencia ambigua, genitales un poco masculinos o
ambiguos, son estériles, pueden tener mamas de tipo femenino, micropene (micropene es
menos de 7 centímetros, en erección), hipospadias (hipospadias es
cuando el orificio para orinar no está en la punta del pene), voz aguda…
– Síndrome completo de
insensibilidad a los andrógenos: Hombres a los que sus hormonas no les
responden: cuerpos con absoluta apariencia femenina (tienen
vagina –pero no muy profunda–, tienen mamas, tienen caderas), pero son estériles, porque no tienen úteros ni ovarios (nunca los tuvieron), pero
sí tienen testículos, que lo único que podrían producirles sería cáncer, porque
no los traen colgando, sino que los tienen adentro del cuerpo…
– Síndrome de
insensibilidad a los estrógenos: Éste es uno de los desórdenes del desarrollo
sexual más raros: porque no sólo se alteran los genitales, sino las gónadas, es
decir, son mujeres que no sólo tienen pene, sino que también tienen testículos,
y estos testículos pueden producir espermatozoides (aunque no muy
fértiles, pero ahora ya hay tratamientos para eso), y la mayoría
de las veces esas mujeres viven y mueren como hombres, aunque al llegar como a
los 40 años se transformen un poco, porque sus hormonas femeninas empiezan a
responder y les cambian un poco el cuerpo y la cara: pierden masa muscular,
ganan grasa (y hueso, se les ensanchan las caderas), les salen más
las mamas (siempre tuvieron algo), y algunas hasta empiezan a
tener una especie de menstruación (la orina sale revuelta con sangre) y a sentir
deseos sexuales femeninos (en caso de que nunca los hayan sentido, porque los casos más
conocidos son los de las que han pedido consejo, y ellas dicen que siempre
sintieron alguna incongruencia, pero aun y así muchas se casaron, con mujeres)…
– Anorquia media (hombres
que empiezan el desarrollo de los testículos, pero los pierden después de las
14 semanas de gestación): Tendrán un sistema
reproductivo masculino casi normal, pero como no tienen testículos (tienen escrotos, pero están vacíos) casi no se desarrollarán cuando lleguen a la pubertad,
sólo les saldrá un poco de vello púbico…
– Anorquia parcial (hombres
que empiezan el desarrollo de los testículos, pero los pierden, o dejan de
funcionar, alrededor de la octava, novena o décima semana de gestación): Tendrán genitales ambiguos, no se desarrollarán mucho
cuando lleguen a la pubertad, sólo les saldrá un poco de vello púbico…
– Anorquia completa (hombres que no
desarrollan los testículos –es conocida también como síndrome de Swyer o como disgenesia
gonadal XY–, y eso causa que no se desarrolle un cuerpo masculino, sino un
cuerpo incompleto de mujer –y de niñas no se nota ese cuerpo incompleto, sólo se va a
empezar a notar cuando crezcan y no menstrúen -y no tengan
nada de mamas -y tampoco van a tener caderas anchas--–… y eso da mucho
para pensar): Tendrán genitales internos (útero –de tamaño
pequeño–, trompas de Falopio) y externos (vagina, clítoris –un poco agrandado–) más o menos femeninos, pero no se desarrollarán cuando lleguen a
la pubertad (sólo les saldrá un poco de vello púbico), porque no hay
ovarios, nunca los hubo (lo único que hay es eso que no se pudo desarrollar –en
testículos–, y que podría causar cáncer). Y actualmente ya hay
tratamientos… que pueden hacer que parezcan mujeres totalmente (lo único que no
pueden es tener hijos propios, porque no tienen ovarios)…
– Disgenesia gonadal XX:
Mujeres que no tienen ovarios o que tienen muy poco tejido ovárico funcional, tienen
útero, no se desarrollarán mucho cuando lleguen a la pubertad (no tendrán mamas
ni caderas de mujer), sólo les saldrá un poco de vello púbico, y algunas de las que
tienen algo de tejido ovárico funcional podrían tener ciclos menstruales
limitados, pero sin óvulos…
– Disgenesia gonadal
45,X/46,XY: Las personas afectadas pueden ser hombres o mujeres, dependiendo de
cuál tipo de células predominen más (ya sea las X o las XY, y cuando
son predominantemente X no siempre dan como resultado una mujer más o menos
normal, sino que dan más como resultado una mujer con mucho del síndrome de
Turner, o sea, hacia infantilismo sexual), pero el porcentaje mayor nace
con genitales (externos) masculinos normales, y el porcentaje que sigue es el de quienes
nacen con genitales (externos) ambiguos, y por último las que nacen con genitales (externos) femeninos. Y
muchas de las personas afectadas tendrán estatura baja, pubertad retrasada,
esterilidad y problemas de identidad sexual…
– Síndrome de Turner (mujeres que sólo
tienen un cromosoma X completo y que pueden tener o no partes del otro
cromosoma X –y en algunos casos no en todas las células–, y en algunos
casos pueden tener una pequeña parte del cromosoma Y): A las
afectadas les causa desarrollo deficiente de las características sexuales
primarias (o sea, lo que tenemos al momento de nacer, lo que se nos ve al
momento de nacer) y casi nada de desarrollo de los caracteres sexuales secundarios (que se producen
cuando llegamos a la pubertad, es decir, no hay, o casi no hay, mamas –de tipo
femenino–, ni caderas de mujer, no tienen formas de mujer, se quedan en
infantilismo sexual, que se ve acentuado debido a la baja estatura que también
causa este síndrome), y esterilidad, y problemas de aprendizaje; y la frecuencia de
este síndrome es de una de cada 2 500 de las mujeres nacidas vivas (y las que se
malogran –o sea, que terminan en aborto espontáneo– tal vez son más
de 20 veces más), o sea que actualmente (junio de 2022) hay como 1 580 000
mujeres cargando con esta desgracia…
– Hipoplasia de las
células de Leydig: Sólo ocurre en hombres (porque son quienes
tienen células de Leydig), pueden nacer con
genitales masculinos muy poco desarrollados, con genitales ambiguos o con
genitales completamente femeninos, y en la pubertad puede haber un desarrollo
de los caracteres sexuales secundarios limitado o puede no haber ningún
desarrollo, sino que se quedan en infantilismo sexual…
– Síndrome de De la
Chapelle (también conocido como síndrome del hombre XX): Este síndrome
es el mejor ejemplo de lo complejo que es el asunto sexual: el padre colabora
con un cromosoma sexual para el surgimiento de un nuevo ser, y ese cromosoma
paterno es el que determinará el sexo del nuevo ser, si el cromosoma es Y
tendría que formarse un bebé masculino, y si el cromosoma es X tendría que
formarse un bebé femenino, pero no siempre sucede así, en ocasiones el
cromosoma X paterno puede salir (de la meiosis, es decir de uno de los 2 tipos de división celular
que tenemos los humanos) con algún gen del cromosoma Y: con el gen SRY (pero en el 10 ó
20 % de los casos este síndrome no viene por el lado del gen SRY, sino por
algún otro gen, y los candidatos más probables son el gen SOX9 y el gen DAX1), y por lo tanto
lo que nacerá, la mayor parte de las veces (cuando esto suceda, y sucede en
uno de cada 20 000 nacimientos de bebés –nacidos vivos– considerados
como masculinos, o sea, que actualmente hay como 197 500 afectados de esto), será un bebé
con apariencia masculina más o menos normal (aunque con toda
probabilidad la estatura va a ser un poco más baja que el promedio, y también
los deseos sexuales, y la fertilidad –los testículos son hacia
pequeños–, y algunos tendrán mamas de tipo femenino), pero también
puede nacer con genitales ambiguos (y no es nada raro que a lo largo
de la historia humana muchos de ellos hayan sido criados como mujeres, y
también pueden haber algunos criados como niños que de adultos se sentirán
mujeres)…
– Hombres con cromosomas
XXY, XXXY, XXXXY (síndrome de Klinefelter): Este síndrome (aunque para
algunos investigadores sólo son Klinefelter los de los cromosomas XXY –y dicen que
los otros 2 -los XXXY y los XXXXY- son síndromes diferentes–) es el más común
(el XXY puede darse en uno de cada 917 –y tal vez
entre los 3 cariotipos lleguen hasta uno de cada 576– de los hombres
nacidos vivos –porque otra cantidad más o menos igual termina en aborto
espontáneo–, o sea, como 4 307 000 actualmente) de los
desórdenes sexuales cromosómicos (pero hay desórdenes sexuales más comunes, porque no todos los
desórdenes sexuales son por causa de los cromosomas, la hipospadias –que es cuando
el orificio para orinar está en un lugar distinto al “normal”–, que en sí no es
un desorden –sino una señal de desorden–, se da con mucha
más frecuencia –en uno de cada 250 de los hombres nacidos vivos, o sea, como 15
800 000 actualmente–, y el micropene aún más –en uno de
cada 166 de los hombres nacidos vivos, o sea, como 23 795 000 actualmente–, y el síndrome
de ovario poliquístico –del que no se conocen todas sus causas -pero parece
que tiene relación con la hormona antimulleriana, o sea que sería un desorden
del desarrollo sexual más, pero muchas barbonas se resisten a aceptarlo, aunque
no sólo sea la barba lo que esté delatando… que desgraciadamente pertenecen a
un mundo muy imperfecto… y que les tocó la mala -y si eres
mujer y tienes barba y además vomitas mucho, entonces lo más seguro es que lo
tuyo está relacionado con alguna hiperplasia adrenal congénita--… las afectadas
presentan 2 ó 3 de las características siguientes -además de
exclusión de otros posibles desórdenes que también causan hiperandrogenismo y
problemas menstruales-: problemas de ovulación -que pueden llegar hasta
abortos espontáneos, infertilidad, esterilidad e incluso cáncer, de endometrio,
de mama-, ovarios poliquísticos -y aunque la mayoría de las
afectadas por este síndrome tienen ovarios poliquísticos puede haber afectadas
que no tengan ovarios poliquísticos, y puede haber mujeres con ovarios
poliquísticos, pero que no tengan este síndrome- e
hiperandrogenismo -es decir, mucha masculinización: hirsutismo -barba,
bigotes, patillas… tal vez de aquí salían la mayoría de las mujeres barbudas de
los circos-, acné, calvicie de patrón masculino-– aún aún más –en una de
cada 29.4 de las mujeres nacidas vivas, o sea, como 134 500 000 actualmente -o tal vez más,
muchísimo más, y varía de país en país, se piensa que en la India afecta a una
de cada 5 mujeres-–. Y parece ser que el síndrome de Klinefelter –y el de
Turner– está aumentando su frecuencia, por el mayor consumo masculino de
alcohol, tabaco, cafeína, y por el uso de calzoncillos ajustados, que producen
cromosomas sexuales más defectuosos), los hombres que nacen con este
síndrome tienen problemas con el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios
masculinos, que pueden llegar hasta a su ausencia, o a la presencia de
caracteres sexuales secundarios femeninos, como las caderas anchas y las mamas.
Este síndrome se da en grados variables, pero los testículos siempre serán
pequeños (y casi siempre habrá mamas de tipo femenino), y muchos
tendrán micropene, y algunos de los problemas sexuales (deseo
disminuido, disfunción eréctil), corporales (debilidad física) y de carácter (mal humor) se van haciendo peores con la edad, y son de estatura alta y el
cuerpo es de tipo eunucoide (es decir, los brazos y las piernas son desmedidamente largos, en
relación al cuerpo)…
– Síndrome XXYY:
Este síndrome da como resultado genitales de hombre y cuerpo de formas
femeninas, este síndrome se manifiesta tanto en lo sexual como en lo mental, el
tener dobles cromosomas sexuales no sólo causa tener baja la testosterona (lo cual no sólo afecta el tamaño del pene y de los
testículos, sino que también es causa de infertilidad y de formas femeninas:
caderas anchas, hombros estrechos, mamas…),
sino también problemas de aprendizaje, bipolaridad, ansiedad, depresión,
desórdenes del espectro autista…
– Hermafroditismo
verdadero (es del mismo proceso que produce a los gemelos): Es el
resultado de potenciales gemelos de sexos distintos que terminaron siendo un
solo individuo (y cuya mezcla llega hasta los testículos u ovarios, que tienen de
ambos tejidos), y por lo regular los genitales externos son ambiguos (y el grado de
ambigüedad depende principalmente de la cantidad de testosterona producida por
el tejido testicular entre las 8 y 16 semanas de gestación), pero la
mayoría son (o eran, antes de que hubiera cosas tan modernas, es decir, antes
de que supiéramos un poquito más de este mundo tan complejo) asignados como
hombres, porque el tubérculo genital (o sea, ese clítoris –que
originalmente todos -hombres y mujeres- tenemos en las primeras semanas de gestación– que por acción de
la testosterona se puede convertir en un pene, o sólo en un clítoris agrandado) es prominente,
y no todos son estériles, pero a todos (tanto a los que son asignados
como hombres, como a los que son asignados como mujeres) se les
desarrollarán un poco (o un mucho) las mamas…
– Deficiencia esteroidea
17 beta deshidrogenasa III: Sólo les puede suceder a (unos que si no
les hubiera sucedido hubieran nacido) hombres, porque aunque la
mayoría de los afectados puedan tener genitales externos casi totalmente
femeninos, no tienen genitales internos femeninos, pero los testículos sí los
tienen dentro del cuerpo (lo cual se llama criptorquidia, cuya raíz griega significa
testículo escondido), lo cual puede causarles cáncer. Y la mayoría de ellos eran
criados como niñas, porque parecían niñas, y muchos de los que eran criados
como niños tenían micropene e hipospadias. Y los que eran criados como niñas al
llegar a la pubertad se les engrosaba la voz y les crecía el clítoris, y la
mayoría se sentía hombre, es decir, lesbianas. Y a algunos de los criados como
niños podían salirles mamas de mujer. Y ahora ya pueden hacerse muchas cosas (como extirparles
los testículos a algunos para que no se transformen en hombres –o hacia
hombre– cuando lleguen a la pubertad, o acomodarles los testículos a otros
–echárselos hacia afuera– para que no les dé cáncer, o
darles andrógenos o estrógenos, u operarlos, hacerles genitales de hombre o de
mujer), pero antes no, pero con su infertilidad no se puede hacer nada…
– Deficiencia enzimática
5 alfa reductasa 2: Se parece mucho a lo que sucede cuando hay deficiencia
esteroidea 17 beta deshidrogenasa III, excepto que nunca hay mamas de tipo
femenino y que los testículos tienen un poco más de desarrollo y por lo tanto
no todos los afectados padecen infertilidad (y ahora ya hay
métodos artificiales para que los pudieran ser padres lo puedan ser, porque
antes el único modo de procrear era a la antigüita, y ahí sí que no se puede,
cuando tu pene mide 3 centímetros). Y la mayoría son criados como niñas (porque lo
parecen, hasta tienen algo parecido a una vagina), pero al llegar
a la pubertad la mayoría (no todos) de esas supuestas niñas se transforman en hombres (porque tienen
testículos, aunque no estén visibles, y eso también podría causarles cáncer a
algunos de ellos), no sólo en el físico, sino en las ganas, lo que de bebés parecía
un clítoris, al llegar a la pubertad se transforma en pene (aunque a veces
no muy capaz, o casi nada capaz, para penetrar)…
– Síndrome del
Superhombre (XYY): Son un poco más altos que los demás de su familia, tienen las
extremidades más largas que lo que correspondería de acuerdo al cuerpo (y esto se llama
cuerpo de tipo eunucoide), tienen problemas de aprendizaje (más del 50 % de
ellos, el promedio de problemas de aprendizaje en la población en general es
del 10 %) y en el desarrollo del lenguaje; la frecuencia de este síndrome
es de uno de cada 1 000 de los hombres nacidos vivos, o sea, como 3 950 000
actualmente…
– Síndrome de la
Superhembra
(sus cromosomas sexuales son XXX, pero en algunos
casos –como en el 10 %– pueden también tener mosaicismos –coexistencia de 2 o más tipos de células en un mismo
individuo– de células con cromosomas X –o sea, los que ocasionan síndrome de Turner, el síndrome
de Turner más común, porque también hay síndrome de Turner con mosaicismos–, o con cromosomas XX –o
sea, los de las mujeres “normales”–, o con
cromosomas XXXX): La mayoría (80 a 89 %) son altas (generalmente con la cabeza un poco pequeña y con las
piernas largas), pueden ser torpes (de bebés –del 55 al 71 %
de ellas– pueden tener muy disminuido el tono
muscular, o sea que están un poco aguadas), de
fertilidad limitada, y de menopausia temprana (y es, cuando acuden al médico –por problemas en sus
menstruaciones–,
cuando son ubicadas, porque la mayoría de ellas
jamás se entera de su condición, que puede llegar hasta la esquizofrenia y
hasta coeficiente intelectual bajo); la
frecuencia de este síndrome es de una de cada 1 000 de las mujeres nacidas
vivas, o sea, como 3 950 000 actualmente…
– Agenesia vaginal (síndrome
de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser): Mujeres que tienen ovarios funcionales (y eso hace que cuando llegan a la pubertad queden completas
por fuera –porque nacen con los genitales
externos aparentemente normales–, porque se les
desarrollan los caracteres sexuales secundarios, que ocasionan las formas típicas
de la mujer: mamas, caderas...), pero que
nacen sin útero, y sin vagina (alrededor del 75
% de ellas), o con una vagina muy corta (alrededor del 25 % de ellas),
que además puede no tener orificio de salida, por lo que la sangre de la
menstruación les causa problemas internos, y además pueden tener problemas en
el sistema urinario (alrededor del 40 % de
ellas), en la mente (alrededor del 15 % de ellas)
en el esqueleto (alrededor del 12 % de ellas), dedos de más en las extremidades, ano imperforado; la
frecuencia de este síndrome es de una de cada 5 000 de las mujeres nacidas
vivas, o sea, como 790 000 actualmente…
– Síndrome de deficiencia
de aromatasa (la aromatasa es una enzima que convierte andrógeno en estrógeno): Las mujeres
que están embarazadas de un producto que (por asuntos de las leyes de la
herencia genética) va a nacer con este síndrome se virilizan: les sale acné y vello
en la cara, la voz se les engruesa, y también el clítoris. Y si lo que nace es
una niña ésta va a nacer con los genitales externos ambiguos (principalmente
con el clítoris muy grande), la pubertad se le va a retrasar, no le van a salir pechos, va a
tener ovarios poliquísticos, y va a tener problemas con sus menstruaciones y
con su fertilidad. Y si lo que nace es un niño va a tener diabetes, problemas
en el hígado, en los huesos y puede que hasta autismo. Y ambos van a ser altos
de estatura, pero los cuerpos de los hombres van a ser de tipo eunucoide…
– Síndrome de exceso de
aromatasa: Los hombres afectados van a nacer con los genitales externos
disminuidos (testículos pequeños, micropene, o minipene) y van a tener
pubertad precoz (y una heterosexualidad precoz, pero también van a tener mamas
grandes, caderas anchas, voz aguda y su producción de espermatozoides va a ser baja,
lo cual les va a afectar la fertilidad). Las mujeres afectadas van a
nacer con el útero grande, y van a tener pubertad precoz, mamas muy grandes,
problemas en su menstruación, endometriosis, y posiblemente cáncer de mama y de
endometrio. Y ambos van a tener estatura baja…
– Síndrome XXXX: Sólo
afecta a mujeres, van a nacer con la cara un poco deforme (que puede
incluir labio leporino, boca pequeña, ausencia de dientes o dientes
malformados), van a ser obesas y corpulentas (altas y anchas), con músculos
débiles, con problemas en los huesos (osteoporosis, curvaturas
anormales en la columna vertebral, problemas en la articulación de la cadera), van a tardar
en aprender a caminar, van a tener problemas en la visión, en la audición, en
el corazón, en los riñones, en los nervios, en el lenguaje, en la comprensión,
en la lectura, su coeficiente intelectual va a ser entre 60 y 70, la mitad de
ellas va a tener problemas con la pubertad, la van a desarrollar casi sin los
caracteres sexuales secundarios (van a tener las mamas pequeñas), o van a
padecer de menstruaciones irregulares, o de menopausia temprana (tan temprana
como antes de los 20 años de edad), y si llegan a tener hijos éstos van a salir mal…
– Síndrome XXXXX: Sólo
afecta a las mujeres, van a nacer con la cabeza pequeña, las orejas bajas y
malformadas, los ojos distantes, desorbitados y posiblemente con estrabismo, el
cuello corto y rígido, las manos pequeñas, y los pies también y con los dedos
encimados, los músculos débiles, problemas en el corazón, útero pequeño,
ovarios malformados, esterilidad, retraso en el crecimiento, pubertad tardía,
estatura baja, retraso mental, coeficiente intelectual en el rango 55-75…
– Síndrome de persistencia de los conductos de
Müller: Los hombres que tienen este síndrome nacen con útero, pero pequeño,
subdesarrollado, y también con algo de vagina y con trompas de Falopio, y el
útero y las trompas les producen hernias inguinales, y también los testículos (que por lo regular se les quedan dentro del cuerpo), son infértiles, tienen problemas de identidad sexual, pueden padecer de
cáncer de testículo y de útero…
– Síndrome de Kallman:
Impide que la pubertad pueda darse o que pueda completarse, afecta tanto a
hombres como a mujeres. Los hombres se quedan con los testículos pequeños (y en algunos
casos dentro del cuerpo), con el deseo sexual disminuido y con disfunción eréctil (y en algunos
casos con micropene). Las mujeres se quedan sin mamas de tipo femenino (o si las tienen
van a ser muy pequeñas), y sin menstruación, o con amenorrea (ausencia de
menstruación). Y ambos son infértiles y además tienen otros problemas, como
sordera (total o parcial) y osteoporosis, y pueden tener defectos en el esqueleto y una
falta de coordinación en el movimiento del cuerpo…
– Insensibilidad a la
hormona estimulante del folículo: Las mujeres afectadas se quedan en
infantilismo sexual (con cuerpos y genitales de niña) porque no
desarrollan pubertad o la desarrollan muy disminuida, no tienen menstruaciones,
son infértiles, y a los hombres también les afecta en la fertilidad, pero a
algunos no completamente, pero tienen los testículos pequeños y poca producción
de espermatozoides…
– Insensibilidad a la
hormona liberadora de gonadotropina: Este síndrome causa una parcial o completa
falta de habilidad de las gónadas (es decir, de los testículos y de los ovarios) para sintetizar
las hormonas sexuales, y el resultado en los hombres y mujeres afectados es que
la pubertad puede no darse, o puede darse reducida, o simplemente puede retrasarse,
lo cual puede causar, entre otras muchas cosas más (como pene y
mamas pequeñas –o muy pequeñas, o ausentes -es decir, van
a ser de tipo masculino-, en el caso de las mamas–), una libido baja,
o una completa falta de libido, e infertilidad (y la infertilidad
tiene que dar algunas pistas –porque hay desórdenes del desarrollo sexual que no afectan a
la fertilidad, o que no la afectan en todos los casos, pero también hay
infertilidad no relacionada con desórdenes del desarrollo sexual, y ahora
también hay tratamientos contra algunos tipos de infertilidad– de los
porcentajes reales de afectados por los desórdenes del desarrollo sexual, y por
lo pronto sólo tengo el dato de que la infertilidad afecta al 15 % de las
parejas humanas del planeta y de que en Estados Unidos afecta al 10 % de las
personas en edad reproductiva)…
– Hiperplasia adrenal
congénita debida a deficiencia del esteroide 21 hidroxilasa: Afecta tanto a
hombres como a mujeres (pero la frecuencia es más en aquéllos de orígenes de algunas zonas
colindantes con el mar Mediterráneo, y aún es más en algunos grupos de los
pobladores primeros del continente americano, y aún aún es más en los
esquimales Yupik –en uno de cada 280 de los -hombres y de las mujeres- nacidos
vivos–, y aún aún aún es más en los judíos asquenazi, aunque el tipo de
hiperplasia que los afecta a ellos es leve –pero los
afecta a uno de cada 27 de los -hombres y de las mujeres- nacidos vivos, o sea, al 3.7 %
de su población. Y la cifra de intersexualidad
humana que más se maneja es del 1.7 %, pero un estudio antropológico de
1975 estimó que en Juchitán, Oaxaca -México-
aproximadamente el 6 % de la población -que se cuenta como- masculina era
muxe -una especie de tercer sexo que en esa región se reconoce desde
hace siglos, y que en muchas ocasiones es modelado por las propias madres -que lo único
que hacen es simplemente estimular algunas conductas femeninas en niños que no
dan muchas muestras de la agresividad natural masculina-, pero que
sólo es un reflejo de la intersexualidad subyacente que existe en gran
porcentaje de los humanos-, pero a ese porcentaje habría que sumarle la “homosexualidad” -“normal”,
habitual, común y corriente- de otros sectores de Juchitán -que no siguen
las tendencias generales de la población-, principalmente la de los más
adinerados. Y los de Juchitán tienen una leyenda de que San Vicente Ferrer en
uno de sus peregrinajes llevaba cargando un saco lleno de homosexuales, y que
iba dejando uno en cada lugar, pero que en Juchitán se le rompió el saco–), es causa de
masculinización en diversos grados en las mujeres (y a algunas no
se les nota casi nada –pero podría producirles problemas de fertilidad, de acné, de
hirsutismo -algo de bigote, de patilla, de barba-, de calvicie–, pero a otras
les causa genitales externos con diversos grados de ambigüedad, que llega hasta
pene en algunas, que entonces se les creía niños –y eran
criados como niños, aunque tuvieran -pero cómo no se ven- ovarios,
matriz, trompas de Falopio y vagina sin salida visible–, y por si no lo
saben, ese pene es el clítoris más los labios menores. Y por acción de la
testosterona los labios mayores se pueden convertir en sacos escrotales) y de
masculinización acentuada en los hombres (por si quieren saber de dónde
vienen algunos de los superpenes), y a ambos puede hacerles padecer toda su vida de vómitos y
diarreas, que les hacen perder sodio, potasio y magnesio, lo cual deshidrata, y
puede ser mortal, porque afecta al volumen de la sangre. Y también puede causar
pubertad precoz, y ésta es causa de osteoporosis y de estatura baja (y otra vez:
ahora ya pueden hacerse muchas cosas, pero durante la mayor parte de la
historia humana, morían o sobrevivían, y si sobrevivían así vivían, con lo que
les había tocado, porque ésa era la vida, así era la vida).
– Hiperplasia adrenal
congénita debida a deficiencia del esteroide 11 beta hidroxilasa: Causa exceso
de producción de andrógenos, antes y después del nacimiento, puede hacer que un
feto femenino nazca con los genitales externos virilizados (hasta el punto
de ser criado como niño, un niño con útero y sin testículos, pero con pene
grande) y que un feto masculino se sobremasculinice (de aquí salen
algunos de los magalopenes), y también puede provocar pérdida de sales en la infancia (que es causa de
que los niños casi no ganen peso y de que vomiten mucho, se deshidraten, y
mueran), pero a cierta edad esto se voltea y sucede lo contrario, se
empiezan a retener las sales, y esto causa hipertensión…
– Hiperplasia adrenal
congénita debida a deficiencia del esteroide 3 beta deshidrogenasa: Causa un
poco de masculinización en mujeres y mucha feminización en hombres (tanto que a
algunos es más fácil hacerles operaciones y tratamientos para que crezcan como
mujeres… ahora que eso ya es posible –aunque está muy cuestionado,
porque en muchos casos empeora la situación–, pero antes
estos “fenómenos” tenían que vivir con lo que les había sido dado por la
naturaleza, o por la suerte, o porque el mundo es como es –ciego, ajeno
a nosotros, a nuestros sentimientos–, o por culpa del diablo, o por un
Dios sádico), es el único tipo de hiperplasia adrenal que puede causar
genitales externos ambiguos tanto en hombres como en mujeres, esta hiperplasia
adrenal afecta genitales, pubertad y fertilidad, y puede afectar la retención de
sales…
– Hiperplasia adrenal
congénita debida a deficiencia del esteroide 17 alfa hidroxilasa: Es causa de
feminización en hombres (que pueden nacer con genitales externos completamente femeninos,
ambiguos o masculinos poco desarrollados, y que también podrían desarrollar
mamas de mujer) y de problemas en la pubertad de las mujeres, y ambos son
infértiles y tienen problemas de hipertensión…
– Hiperplasia adrenal
congénita lipoide: Causa un déficit severo de todos los esteroides
suprarrenales y gonadales, la mayoría de los afectados nacen con los genitales
externos totalmente femeninos, aun si son hombres, y antes la mayoría de los
afectados (y afectadas) con este problema moría a los pocos días de haber nacido y otros
vivían un poco más, algunas semanas o meses, pero padecían mucho vómito y no
engordaban, y uno que otro sobrevivía (Y antes –y todavía
hoy, en lugares en donde no hay mucha información– los niños que
sobrevivían y que habían nacido con genitales externos femeninos eran criados
como niñas –y no hay reportes de problemas de identidad sexual–, pero
permanecían en infantilismo sexual, no desarrollaban pubertad. Y las niñas que
sobreviven desarrollan mamas de tipo femenino, pero poco vello púbico y son
infértiles)…
– Deficiencia esteroidal
aislada 17, 20 liasa: Este síndrome causa disminución de andrógenos y de
estrógenos (y entonces los hombres se feminizan y las mujeres se masculinizan). Los hombres
pueden nacer con los genitales externos feminizados, ambiguos o poco
desarrollados (micropene, hipospadias), pueden nacer con criptorquidia,
pueden tener mamas (de nivel 5 en la escala Tanner: mamas completamente desarrolladas,
incluso grandes), pueden sentirse mujeres. Las mujeres pueden tener problemas
menstruales y quistes en los ovarios. Y en ambos puede no haber pubertad, o
retrasarse, pero tienen estatura alta, aunque con esqueleto tipo eunucoide, y
osteoporosis, y pueden tener la fertilidad disminuida o ser infértiles…
– Síndrome de
McKusick-Kaufman: Las mujeres pueden nacer con la vagina corta (alrededor del 59
% de ellas), y además sin orificio de salida, y esto les causa (al 80-95 % de
ellas) hidrometrocolpos (es decir, acumulación de secreciones vaginales de la bebé –estimuladas
por los estrógenos de la madre–, y ahora ya se saben muchas cosas, pero esto ha causado muerte a
lo largo de la historia humana, las bebés nacen con los abdómenes inflados y
con los órganos internos presionados). Los hombres pueden nacer con
hipospadias, criptorquidia, micropene o con el pene curvo. Y ambos pueden nacer
con más complicaciones además de las genitales: dedos de más en las
extremidades (el 90 % de ellos), problemas de corazón (el 20 % de ellos), ano
imperforado…
– Síndrome de
Smith-Lemli-Opitz: Este síndrome afecta mucho a los genitales de los hombres (que pueden nacer
con genitales externos femeninos, o con genitales externos ambiguos, o con
genitales externos masculinos poco desarrollados, pero que también podrían
nacer sin testículos y con útero y ovarios) y muy poco a
los de las mujeres (sólo un poco de malformación en los labios vaginales), pero también
causa retraso mental (y autismo) y muchas más malformaciones (dedos de más, paladar hendido,
microcefalia) y problemas (en el corazón, en los riñones, en los pulmones, en el hígado, en
los ojos)…
– Síndrome de Frasier:
Este síndrome provoca que los hombres (la gran mayoría de los afectados
nacen con genitales externos femeninos, sólo cuando llegan a la edad de la
menstruación y ésta no se produce es cuando se puede saber quién era hombre y
quién era mujer) nazcan con los genitales externos femeninos (y con un pequeño
útero, y sin testículos visibles, porque están dentro del cuerpo, y casi
siempre están vacíos) o con genitales ambiguos (y al llegar a la pubertad pueden
tener mamas de tipo femenino, y más o menos de tamaño grande), y las mujeres
no tienen mayor problema por ese lado (pero pueden nacer con cloaca
persistente, es decir, con un sólo orificio para orinar, para defecar y para
tener relaciones sexuales), pero ambos pueden nacer con anomalías en la cara, con retraso
mental, con los dedos pegados, con ano imperforado, con malformaciones en los
riñones, y a veces sólo nacen con uno…
– Síndrome de
Bardet-Biedl: Este síndrome sólo puede empequeñecerles el pene y los testículos
a los hombres, pero a las mujeres puede causarles malformaciones en la vagina,
en el útero, en las trompas de Falopio y en los ovarios, además de cloaca
persistente, y a ambos les puede causar fertilidad baja (e incluso
infertilidad), obesidad (por hambre insaciable), dedos de más, dedos pegados,
retraso mental, muchos problemas en los riñones, torpeza en los movimientos,
problemas visuales que pueden llegar hasta la ceguera. Es más frecuente entre
los beduinos de Kuwait y en las islas Faroe…
– Síndrome de Pallister-Hall:
Este síndrome también afecta mucho a los genitales externos de los hombres (les puede
producir genitales ambiguos, hipospadias, criptorquidia, micropene –Y síndromes
como el de Down no pueden ser calificados como desórdenes que afecten a la sexualidad -sólo les
empequeñece el pene a algunos de ellos, y les causa
infertilidad a casi todos ellos, pero no a todas ellas-. Y desórdenes
como el de la cloaca persistente no afectan al comportamiento sexual, sólo
producían -porque pienso que actualmente todas las niñas que nacen con eso
ya son corregidas lo más prontamente posible- mucha
vergüenza a las mujeres -a una de cada 20 000 de las mujeres nacidas vivas, y eso
significa que actualmente hay como 197 500 que nacieron así-–), además de
defectos en los riñones, en el corazón, en el ano, en la boca, dedos de más,
dedos pegados, hidrocefalia…
– Síndrome de
Denys-Drash: Este síndrome causa que los hombres nazcan con genitales externos
femeninos o con genitales externos ambiguos, o con testículos malformados, o
sin testículos, y las mujeres no tienen tanto problema, pero también pueden ser
afectadas en sus genitales internos (en el útero y en los ovarios), y puede que
hasta nazcan con algunas estructuras internas masculinas…
– Síndrome WAGR: Este
síndrome puede provocar que los hombres nazcan con genitales externos ambiguos (y los testículos
también podrían quedarse dentro del cuerpo y producir tumores) y que las
mujeres nazcan con malformaciones en los genitales (en la vagina, en
el útero, en las trompas de Falopio, y en los ovarios, que incluso podrían
estar vacíos y con eso incrementar la probabilidad de tumores en ellos), y ambos
podrían padecer de cáncer de riñón, retraso mental, ceguera, y obesidad (causada por
hambre insaciable, y en este caso el nombre del síndrome es WAGRO, la O es de
obesidad. Y la W es de tumor de Wilms –un tipo de tumor del riñón–, la A es de
aniridia –es decir, que nacen casi sin iris–, la G es de
trastornos genitourinarios –que pueden llegar hasta tumores de testículo u ovario– y la R es de
retraso mental)…
– Síndrome de
Prader-Willi: Este síndrome causa hipogonadismo (es decir, las
características sexuales se ven afectadas) e infertilidad: los hombres
nacen con pene, escrotos y testículos pequeños (y con
criptorquidia), y las mujeres nacen con escaso desarrollo de los labios menores
y del clítoris, y ambos desarrollan una pubertad incompleta, y pueden tener
obesidad (por carencia de sensación de saciedad), falta de
energía, retraso mental, trastorno obsesivo-compulsivo (pensamientos y
acciones repetitivos, hurgamiento de la piel), estatura
corta, pies y manos pequeños, tono de voz al revés (alto en hombres,
bajo en mujeres), gran flexibilidad…
– Síndrome de Robinow:
Este síndrome causa hipogonadismo: los hombres pueden nacer con micropene e
hipospadias, y las mujeres pueden nacer con poco desarrollo del clítoris y de
los labios menores (y a veces también de los labios mayores), y con la
vagina imperforada, y ambos pueden nacer con estatura muy corta, y con
problemas en el esqueleto y en la cavidad oral…
– Síndrome de Alström:
Este síndrome causa hipogonadismo en hombres e hiperandrogenismo (masculinización) en mujeres: los
hombres pueden nacer con micropene y con los testículos pequeños (y con
criptorquidia, y al llegar a la pubertad pueden desarrollar mamas de tipo
femenino), y las mujeres pueden nacer con los genitales externos poco
desarrollados y al llegar a la pubertad (que puede ser precoz) pueden tener
hirsutismo, quistes, endometriosis, menstruación irregular, e incluso no
menstruar, y ambos pueden tener estatura corta, obesidad, diabetes, y problemas
auditivos, cardiacos, hepáticos, urinarios, renales, pulmonares y oculares que
pueden llegar hasta la ceguera…
– Síndrome de Froelich (o distrofia
genital adiposa): se caracteriza por infantilismo sexual y obesidad, los bajos
niveles de la hormona liberadora de gonadotropina causan un desarrollo
deficiente de las gónadas (o sea, de los testículos y de los ovarios), las personas
afectadas al llegar a la pubertad no desarrollarán los caracteres sexuales
secundarios, afecta más a los hombres, los hombres afectados tienen los
testículos pequeños (y podrían no estar visibles), y el pene también, y tienen
grasa de tipo femenino (es decir, distribuida más como en las mujeres: en el pubis, en los
glúteos, en las mamas), la voz se les queda infantil, no tienen vello facial (barba, bigote), ni corporal (axilas, pubis), tienen déficit
en el crecimiento óseo (el cuerpo es de tipo enano, y tienen estatura baja), tienen las manos
de mujer, no hay producción de espermatozoides (ni menstruación
en las mujeres)…
S180622
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